Como habrán notado, estimados lectores, este es un sitio protegido contra el plagio. Aquellos curiosos surfistas de la red sabrán como localizar y utilizar la herramienta correspondiente al banner que subtitula mi página. Por supuesto, no pasa un día sin que yo la utilice y me alegra informarles que he encontrado muchas copias de cierto material que he publicado en internet. Algunos de estos artículos, desvergonzadamente plagiados, pertenecen a un sitio que tiene derecho de copyright. Considerando que jamás he recibido un centavo por todo el material que he publicado, no me interesa andar persiguiendo a los copistas. Sin embargo sí apreciaría que los copiones incluyeran en sus copy and paste un link a la página original que tanta inspiración les ha brindado. Es una forma de agradecer el tiempo y energía mental ahorrados. Y como lo que va, vuelve, incluir las fuentes les dará credibilidad. Pero, por supuesto, es sólo mi opinión.
A todos aquellos que alguna vez deseen escribir algo original, los aliento a investigar las nuevas tendencias en copyright y todas sus modernas variantes. Actualmente hay tipos de licencia de derechos de autor para todos los gustos, desde los más estrictos y celosos a los más laxos y hippones.
A pesar de las amenazas, los blogs y otros sitios de internet no están realmente protegidos contra el plagio. De hecho, el arma más poderosa para evitar el plagio es escribir basura que no valga la pena copiar. Algo más o menos como esto. Sin embargo, siempre hay algún idiota que levanta información sin chequear mucho las fuentes, sobre todo si les pagan por eso. Entonces, cada uno debe ser su propio guardián y reclamar sus derechos de autor así sólo sea el reconocimiento. Tal vez, a alguien le estén pagando por algo que originalmente concibió otra persona, lo cual sería absolutamente irritante. Tal vez alguien se esté construyendo la casita en el country con tus palabras y probablemente no seas el tipo de gente a quien este alguien invite a cenar.