Ingenieros japoneses de la Universidad de Osaka presentaron el primer robot que infringe las leyes de Asimov.
- Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
El video muestra cómo el robot llamado Repliee R1 provoca un daño irreparable a las retinas de quienes la miran. Como efectos colaterales también se han reportado náuseas y vómitos y algún ocasional suicidio.
Al mismo tiempo, también infringe la tercera ley dado que ni bien termina de hablar, dan ganas de volarle la cabeza de una patada.
¿Hasta cuándo vamos a seguir jugando a ser Dios?
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