Es sabido que en los deportes de alto rendimiento, los casos de doping son cada vez mas frecuentes. Esto se debe a que en ese estilo de competencia, se ha perdido la esencia del deporte, para que el fin de la realización de cualquier disciplina, no sea cultivar el cuerpo saludablemente, sino ganar y ganar.
Así, amigos, es que en Beijing se registraron 6 casos de doping positivos, al menos hasta el 23 de agosto, y seguramente, una vez finalizados los juegos seguirán apareciendo más positivos.
Sin ánimo de hacer ninguna apología de la droga, y para aportar al debate o a la confusión general es válido decir que quienes consumen sustancias prohibidas tienen más probabilidades de sacar ventajas a la hora de desenvolverse en el deporte.
Ahora que estamos más al día, evaluemos los resultados del antidoping de Beijing: se realizaron 4600 test antidoping y para el final de los juegos se llegará a pasar los 5000.
Antes de los juegos 23 pesistas entre griegos y búlgaros dieron positivos.
Al día de la fecha un Ucraniano pesista, una ucraniana heptatlonista, una gimnasta de Vietnam, una ciclista española y la corredora griega dieron positivo a la presencia de diversas sustancias.
Seguramente, se dirá que ellos sacaron ventaja del consumo de esos agentes farmacológicos.
Ahora que alguien me explique ¿qué cuernos de ventaja sacó el caso restante que es un tirador con aire comprimido norcoreano, que ganó dos medallas: una de bronce y una de plata?
¿Será posible que los metabolitos en sangre se transfieran a los balines dándoles mayor precisión?
¿Será tal vez que la Nandrolona, que parece aumentar el rendimiento de los pesistas, también aumente la presión del émbolo que comprime el aire?
¿Alguna de estas sustancias aumenta la visión o mejora el pulso?
La verdad, que alguien me explique por qué le sacaron la medalla.
Alguna vez el antidoping se hizo para detectar la presencia de algún vivo que se zarpa una sustancia prohibida, pero hoy, el antidoping se hace para que no se mueran todos los deportistas en la villa olímpica, porque queda feo y deprime al capitalismo.
Por eso, si se puede, anulemos el antidoping, total, parece que ese estudio solamente aporta un factor más de estrés a los competidores, que además de estar pendientes de cuánto saltaron, cuan rápido corrieron y con qué prestancia agarran la garrocha, también tienen que tener en cuenta cuál fue la ultima vez que “entrenaron” con la dieta habitual, como lo hacen fuera de la competencia olímpica. Y por otro lado es un mal ejemplo para nuestros hijos, antes en los videojuegos se leía "Winners don´t use drugs". Hoy sabemos que no es así.
Saludos desde Beijing, uno de los centros más famosos por el opio.